Bienes raíces, inmuebles o real state, como está de moda llamarlo en inglés, resulta atractivo para muchos inversores por las ventajas que ofrece.
Veamos algunas de sus ventajas. En primer lugar, no se necesita ser un especialista: es un negocio bastante sencillo de entender, que no requiere conocimientos profundos ni gran experiencia. Además, se trata de inversiones en bienes tangibles, que incrementan el patrimonio familiar y pueden heredarse.
No hay que olvidar que el inmueble se PUEDE destinar al alquiler –que es una de las formas más comunes de rentabilizar la inversión.
Es un mercado con menor volatilidad que otras inversiones. Y ofrece una doble rentabilidad: el alquiler (si se elige ese destino) y la revalorización en el tiempo, especialmente a largo plazo.
Otra ventaja es la alta y creciente demanda de alquiler, especialmente en las grandes ciudades, ya sea para vivienda habitual y permanente como la de corto plazo destinada al turismo.
Y otro punto a favor es que hoy se adapta a todos los presupuestos y posibilidades.
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